UN POCO
DE HISTORIA del jabón
Según una
leyenda romana, el jabón nació en el Monte Sapo. Allí se sacrificaban animales
y la grasa derretida de éstos junto con las cenizas de la madera, corrían
ladera abajo mezcladas con el agua de lluvia hasta el río Tíber. Las mujeres
que lavaban sus ropas en este río se dieron cuenta de que el lavado quedaba
mejor que en otros lugares.
Los
egipcios, los romanos, los griegos…, todos daban gran importancia al aseo
personal.
Los baños de los romanos eran muy populares y lujosos y los griegos, aunque no usaban jabón propiamente, se limpiaban con arcilla, cenizas y piedra pómez. Untaban sus cuerpos con aceites, y lavaban su ropa con agua en los arroyos.
Los baños de los romanos eran muy populares y lujosos y los griegos, aunque no usaban jabón propiamente, se limpiaban con arcilla, cenizas y piedra pómez. Untaban sus cuerpos con aceites, y lavaban su ropa con agua en los arroyos.
En la Edad
Media, este procedimiento decayó, y sobrevinieron las grandes pestes. En el
siglo XVII el baño cobró nuevas fuerzas en Europa, aunque el procedimiento de
la elaboración del jabón se mantenía secretamente en los monasterios desde el
siglo VII. En el siglo XII Italia, España y Francia fueron los primeros centros
de producción masiva de jabón, pero los impuestos eran muy altos, por lo que
pocas personas los utilizaban. Expertos en química desarrollaron diversas
técnicas para elaborar jabón de forma industrial, y en las colonias americanas
se usaba grasa animal y ceniza para fabricar un jabón casero de mala calidad,
pero que servía para los propósitos de limpieza personal y de las prendas de
vestir.
Durante la
primera guerra mundial empezaron a utilizarse sustancias sintéticas debido a la
escasez de grasas, lo que actualmente conocemos como detergentes que se
combinan con sales minerales y producen sustancias indeseables que contaminan
nuestro ambiente, tales como fosfatos, surfactantes, derivados del petróleo…, y
que encontramos en detergentes y jabones comerciales combinados o no con jabón,
como blanqueadores, enzimas, ablandadores, y geles químicos.
En la
actualidad existe todo un arsenal de geles y jabones de todo tipo para nuestra
higiene diaria, pero todos ellos contienen agentes químicos que pueden resecar
nuestra piel. A los jabones industriales se les extrae la glicerina, un
humectante que atrae la humedad a tu piel. La glicerina es un subproducto
natural del proceso de la fabricación de jabón pero los fabricantes comerciales
eliminan de sus jabones esta glicerina y la reservan para utilizarla en productos
económicamente más rentables, como lociones y cremas. Sin embargo cuando
nosotros hacemos jabón dejamos toda la glicerina que se produce de forma
natural.
Por eso son
mucho mejor los jabones realizados de forma artesanal, porque no contienen
productos químicos que puedan irritar nuestra piel, son rápidos de hacer, los
fabricaremos con ingredientes conocidos, con aromas naturales y sin agentes
externos que puedan afectar a nuestra salud.
Espuma abundante , con aromas que envuelven los sentidos miman y nutren nuestra piel
Espero que este pot os guste y os pueda ayudar a comprender que un jabon casero es mucho mas que lo que se ve a simple vista.